Funcionamiento

Un láser es un haz de luz. El láser, de modo simple, es la amplificación de luz generada por una fuente de radiación. Esta fuente es un dispositivo que produce y amplifica luz de forma concentrada y en un haz estable.

La fuente emite pulsos de luz muy rápidos, cortos y de alta energía, que, por medio de un sistema de lentes ópticos, llegan a la superficie donde son absorbidos por la contaminación (contaminante) y reflejada inmediatamente por la capa subyacente (sustrato).

Entre el sustrato y el contaminante se creará una capa de gas que empujará el contaminante lejos del sustrato, ocasionando que la contaminación se evapore mínimamente o reseque.

Este proceso utiliza un choque térmico con láser, que despega, vaporiza, sublima o quema eficazmente el material no deseado sin dañar el sustrato. La limpieza láser se utiliza para eliminar materiales superficiales no deseados como pinturas, óxido, aceite y para la preparación de superficies para soldadura y revestimiento.

Desafíos

La limpieza láser es eficiente para eliminar contaminantes sin productos químicos ni abrasivos, pero como toda metodología enfrenta algunos desafíos. El efecto de la limpieza con láser está limitado por las características de la superficie del objeto que se limpia.

Ciertos materiales, como plásticos transparentes o materiales con superficies altamente reflectantes, no responden bien a la limpieza con láser. Poseer conocimiento sobre la suciedad o contaminante que se quiera erradicar es clave para la configuración específica del haz de luz.

Nuestra Solución

Ajustamos nuestros equipos láser para abordar selectiva e instantáneamente sólo las capas no deseadas de suciedad. Siempre que exista una distinción entre el sustrato base y el contaminante a limpiar, calibraremos nuestros equipos para eliminar esa capa no deseada mientras el sustrato base simplemente refleja la luz del láser.